Cada día me doy cuenta que las cosas más importantes y que nos llenan están en las cosas más pequeñas. Un simple momento de tranquilidad para pensar te lleva a ver esas cosas que pasan alrededor tuyo, a veces sin que nadie las note por el movimiento de masas que te lleva de una obligación a otra.
Hoy, si bien estaba acompañada por otras personas, me alejé de la conversación y de a poco entré en mí y en lo que estaba pensando en ese momento: la caída del agua, un niño jugando a unos metros y las luces desde abajo que iluminaban el juego que cambiaba en cada momento. Creo que nos vamos volviendo viejos y nos olvidamos las cosas lindas que nos solían entretener.
La propuesta es detenernos a pensar unos segundos (si, unos segundos ya es suficiente) en eso que nos llamó la atención. Destinemos una parte del tiempo a nosotros mismos.
4 comentarios:
destinemos más que una parte del tiempo a nosotros misms y nos va a ir todavía mejor
lol,so nice
Bienvenida al club de los soñadores despietos, Lucila... Un beso.
Así es! Exacto. Tú lo has dicho. Son esas pequeñas cosas las que nos mantienen vivos, las que nos hacen felices.
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